Los vuelos laterales son un ejercicio fundamental a la hora de desarrollar unos hombros redondos y completos. Es un ejercicio básico que debe incluirse en toda rutina de hombros, pero a la hora de elegir cuál de todas sus variantes utilizar nos encontramos con un gran abanico de posibilidades.
Vamos a nombrar cada una de ellas y sus características particulares.
Vuelos laterales de pie: la versión básica y clásica, nos permite utilizar un poco más de peso al no tener restricciones en la postura pero es fundamental no abusar de esto y perder técnica en ansia de una mayor carga. Los vuelos de pie deben ser prolijos, el movimiento nace de la cadera y lo ideal es que no llegue a tocar la misma para no perder tension. Al subir mantendremos los codos en una flexión casi total, pero sin bloqueo articular, buscando que los codos queden por encima de la altura de la muñeca llegando al nivel de los hombros.
Vuelos laterales sentado: en esta variante tendremos una mayor exigencia debido a que el mismo respaldar limitará al 100% la posibilidad de buscar un envión. En mi opinión el trabajo será mucho más eficiente si utilizamos un respaldo a 90*, pegando no solo la espalda sino también la cola al respaldo generando que el movimiento sea sumamente técnico pero sin perder nunca la postura erguida y el pecho en alto.
Vuelos laterales en polea: al utilizar cables podemos mantener una tensión continua en todo el trayecto del movimiento e inclusive aumentar el rango del mismo proporcionando un mayor estímulo muscular. Podemos realizarlo a dos brazos o a un brazo, yo personalmente prefiero realizar este ejercicio de forma unilateral, buscando inclinarme levemente para tener mayor trayectoria de movimiento y buscando un movimiento algo más lento que en las variables anteriores.
Sin lugar a dudas los vuelos laterales van a ser incluidos dentro de la rutina, y habrá que determinar, en base al momento en que lo realicemos y a si buscamos utilizar alguna combinación de ejercicios cuál de todas las variantes será más conveniente.